Voy a confesar que estas fiestas no me porté como siempre con mi alimentación.

Tengo muchas excusas: como que mi hermano y mi cuñado nos visitaron o que salí con vacaciones… pero hablemos con honestidad, son sólo eso: excusas.

Para mí, salirse de una alimentación saludable no es un problema, cuando lo haces de una manera controlada y consciente. Pero vamos, tampoco es que me fui a comer comida rápida a ese local “archienemigo”, ni mucho menos volví al azúcar refinada, eso sí que no. Pero sí tomé aperitivos (entiéndase con alcohol y stevia XD ), me repetí los platos de fondo, comí pastas y tomé cola de mono… ah y tampoco hice ejercicio. Ya está: confesado jajaja… 

Es interesante cuando escucho a familiares, amigos y clientes que me preguntan “¿Cómo pueden hacer durante estas fiestas para no engordar tanto?” y la verdad es que siempre diré lo mismo: No vivimos en una burbuja, no se trata de ponernos tan estrictos en la vida que tengas que restringirte de todo y para siempre, dejando de disfrutar, no. Se trata de tener conciencia y saber lo que estás haciendo, para que cuando lleguen momentos como estos lo puedas disfrutar en balance y con la tranquilidad de poder comer sin culpa y sobre todo: sin afectar tu salud.

Así que, como salió en varias de las conversaciones que tuve durante estos días con amigos y familia, se me ocurrió que tal vez también te interesaría saber cómo volver a la felicidad de comer sin azúcar (sin azúcares/harinas refinadas, ni alimentos procesados) o por si recién estas comenzando y/o es tu propósito 2021 recuperar tu salud.

Así que vayamos al grano  🙂

 

CONSEJO Nº 1: Elimina -o vuelve a eliminar al máximo posible- todas las azúcares/harinas refinadas, bebidas gaseosas, jugos y alimentos procesados.

Aunque estés comenzando en este camino debes saber que ya es de común conocimiento la cantidad insalubre de azúcares que estos alimentos contienen. Ni siquiera tienen nutrientes que nos puedan beneficiar, tu cuerpo no los echará de menos. Por esto, te recomiendo eliminarlos por completo y reemplazarlo por opciones hechas en casa, por ejemplo: En vez de bebidas, puedes hacerte limonadas (2 ó 3 limones para un litro de agua), o aguas saborizadas con hojitas de menta, hierbas o rodajas de alguna fruta (no exprimida). O en lugar de comprar un helado, mejor opción es que lo hagas en tu casa, con pura fruta y hecha por ti (que además seguro estará hecha con amor).

CONSEJO Nº2: Identifica todo el azúcar que comes al día. 

Sé honesta contigo misma, escribe toda tu alimentación de un día (desayuno, snack, almuerzo, once/cena) en un cuaderno, sin juzgarlo, sólo escríbelo con el máximo detalle posible. Luego, con un destacador o lápiz de otro color, identifica y subraya en cada comida, qué cosas tienen azúcar (como bebidas, jugos, pasteles, lácteos, panes, mermeladas, pastas, cereales, granos, frutas, etc. ) y comienza por reemplazarlas por alimentos que no la contengan (grasas saludables como frutos secos, aceitunas, coco, cacao, palta; verduras no almidonadas; o proteínas  que sean de tu preferencia, como el huevo, verduras, pescados o carnes). Es importante que reemplaces si estás comiendo de manera balanceada, sin abusar. Si en cambio, tienes claro que puede que estés comiendo más de lo que deberías, lo más sencillo es eliminar algunos de esos alimentos. 

Te doy un ejemplo más esclarecedor para esto: Una de mis clientas  (que le pedí permiso para publicar su ejemplo) estaba tomando de desayuno un jugo de fruta natural en la mañana (azúcar) + un potecito de fruta fresca (la fruta tiene su propia azúcar) + yoghurt (azúcar) con cereal bajo en azúcar (que igual tiene un poco de azúcar) + una rebanada de pan (azúcar) con mermelada casera hecha con stevia (pero que igual tiene el azúcar de la fruta)… y luego lo acompañaba con un café. En su caso, ella estaba haciendo un esfuerzo por consumir alimentos más saludables, pero está claro también que el consumo de azúcares en la mañana era excesivo, por lo cual la recomendación sería elegir 1 de todas esas opciones anteriores y acompañarla con el café. Pero además, como ella está muy acostumbrada a comer en esa cantidad en la mañana y no queremos que posteriormente sienta ansiedad de comer, se aburra o abandone los cambios en el camino, lo mejor en su caso es comenzar de a poco y quizás ir retirando de 1 opción hasta ir acostumbrándose. 

CONSEJO Nº3: Comienza de a poco, en especial si es tu primera vez.

Si ya llevas tiempo en esto podrás hacerlo mucho más rápido, pero si estas comenzando a cuidarte, ten una relación de amor y cuidado contigo misma. Ten paciencia en conseguir resultados, pues ningún resultado sostenible se logró de la noche a la mañana. Es importante ser muy sincera con una misma para saber si puedes o no hacerlo un poco más rápido el proceso, de lo contrario lo mejor es tomarlo con calma para que sea sostenible en el tiempo. Es como en el yoga, lo más importante es que ya estás en este camino, cuidando y velando por tu salud, el ritmo en que avances es único y personal.

Sé como una gota de mar que va modificando la forma de una roca. Gota a gota, lograrás el cambio que necesitas. Sin presiones, disfrutando del camino.

Espero que estos 3 consejos te ayuden y te sirvan para implementarlos en tu día a día.

La salud es el objetivo y más importante que la rapidez en lograr resultados, es lograr resultados que sean sostenibles en el tiempo.

Un gran abrazo.

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