¿Sabías que puedes tener un tremendo historial familiar y aún así no desarrollar las enfermedades que ellos tuvieron?
Lo menciono porque muchas veces escucho decir “Tengo resistencia a la insulina porque mi papá también la tuvo” o “Tengo diabetes porque mi abuela la tenía” o aún peor, “No tengo mucho que hacer, está en mi sangre así que sabía que era inevitable que me iba a tocar”
Pues resulta que NO. Y no lo digo yo, lo dice la ciencia.
Antiguamente se pensaba que si venías con un historial familiar no tenías mucho que hacer. Ahora sabemos que esto no es así.
¿Conoces la epigenética?
La epigenética es una ciencia que estudia cómo los eventos o situaciones que vive alguien a lo largo de su vida pueden cambiar la forma en que se expresa su ADN, es decir, de acuerdo a los cambios del entorno en que vives, puedes manifestar diferencias en cómo se expresa tu ADN. Esto en palabras sencillas, por ejemplo, podría demostrar cómo una persona que puede tener dentro de sus genes la predisposición a desarrollar una enfermedad como la diabetes, podría nunca manifestarse debido a los cambios que puedan ocurrir alrededor de ella. Lo cual podría explicar porqué dos hermanos, que comparten los mismos padres, no desarrollan las mismas enfermedades.
¿Qué cambios del entorno pueden afectar?
Pues adivina…
¡Claro que si! La alimentación y el estilo de vida.
Los hábitos de alimentación y el estilo de vida pueden ayudarte a desarrollar -o no- una enfermedad. Y este cambio no solo funcionaría para ti, si no que también para el resto de tu descendencia.
Por ejemplo:
“Hay pruebas que indican que fumar y comer en exceso pueden afectar a los genes, activando o encendiendo los genes que favorecen la obesidad y desactivando o apagando los genes que favorecen la longevidad.” (https://kidshealth.org/es/parents/about-epigenetics-esp.html)
Pero tú puedes modificar el tuyo.
3 variables externas que puedes controlar para modificar tu salud
Hoy puedes hacer muchísimo para mantenerte saludable e incluso mejorar tu salud, así que a continuación te doy 3 tips para empezar ya!
1. Alimentarte con comida real: La naturaleza es perfecta, nuestro cuerpo esta diseñado para recibir y administrar aquellos alimentos que la madre naturaleza nos entrega. Cada alimento real, entiéndase, aquellos que podemos obtener de la tierra, de los árboles, del reino vegetal o animal, nos entregan información poderosa en términos de vitaminas, minerales, fibra y también se traducen en respuestas químicas en el cuerpo que nos ayudan al buen funcionamiento del día a día. Prefiere alimentos reales: frutas, verduras, idealmente orgánicas, para que tu cuerpo haga un reset positivo y verás de inmediato mejoras.
2. Optimizar tu sistema inmunológico (Microbiota): Aquí dos consejos polarizados →
- Primero que todo, eliminar aquellos alimentos inflamatorios y que alteran negativamente tu sistema inmunológico: alimentos ultraprocesados, todos esos paquetes en exceso azucarados o bebidas gaseosas.
- E incorpora alimentos mencionados en el punto anterior, o mejor aún, alimentos que te ayudan con tu sistema inmune: Ajo, almendras, arándanos, cúrcuma, espinacas, jengibre, kefir, sopa de miso, té verde… entre otros.
3. Cambiar tus hábitos o estilo de vida: Todo es información y afecta a nuestro cuerpo. Para ello puedes responder a las siguientes preguntas →
- ¿Cómo es la calidad de tus pensamientos diarios? ¿Son pensamientos positivos o dominan los negativos? ¿Te quedas pensando en lo que no pasó? ¿En lo que no funcionó? ¿En lo que no va a resultar? ¿O te enfocas en lo bueno, en las oportunidades?
Pensarás “¿Qué tiene esto que ver?” pues bien, dependiendo de lo que piensas es la energía que activarás en tu cuerpo. Si piensas en negativo todo el tiempo, te enfocas en la crítica, en los reclamos, en lo que no tienes, en lo que no pasó… tu cuerpo químicamente enviará señales de manera similar a la enfermedad y te pedirá -al menos- descanso adicional para poder recuperarse, y te sentirás cansada o sin energías. Si conoces el documental “los mensajes del agua” del Dr. Masaru Emoto (puedes verlo en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=YF_r9PRabu4) te darás cuenta que estos pensamientos continuos generan una vibración negativa que van afectando negativamente nuestras células y finalmente pueden producir una enfermedad.
Por lo mismo las siguientes preguntas:
-¿Cuidas tus emociones? ¿Tu entorno te ayuda a sentirte alegre, feliz o tranquila? ¿O más bien estas en un entorno de enojo, apatía, tristeza?
-¿Cómo está tu nivel de estrés? ¿Manejas tus tareas diarias o te sobrepasan? ¿Alguien o algo te presiona o eres tú misma? ¿Cómo puedes desconectar ese estrés?
-¿Cuántas horas descansas por la noche? ¿Cuántas horas necesitas tú para sentirte bien al día siguiente? si haces la resta de ambas preguntas, ¿Te da positivo o negativo? Si es negativo, puedes acomodar tu día para asegurarte de dormir idealmente las horas que tú necesitas.
Ahora te toca a ti, cuéntame ¿Conocías sobre epigenética? ¿Te sirven estas preguntas para reflexionar? Me encantaría saber de ti.
Un gran abrazo.
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