Hace un par de semanas atrás, con esto del COVID-19, también me dejé llevar por las emociones. El primer mes, prácticamente me sentí inmóvil e inyecté energías sólo una parte de mí, lo más conocido y que necesitaba salir adelante: mi trabajo. Descuidé todo lo demás. Dejé de hacer ejercicio, inventamos los viernes de pizza, los lunes de sushi, comimos pastas, arroz, panes y alimentos que sé que me hacen mal, pero me los comí todos.
¿Resultado? No podía levantarme en la mañana, no me podía dormir bien, sentía el cuerpo pesado, la mente lenta, me sentía confundida y muy ansiosa.
¿Te ha pasado algo así?
Por supuesto, no es sólo la comida. Porque nos alimentamos de todo, no sólo lo que llevamos a la boca, si no también de lo que experimentamos, vemos y escuchamos. Todo ello te da o te quita energía, al igual que la comida. En nuestra escuela de nutrición integral a eso lo llamamos alimento primario. La comida, tal como la conoces, es el alimento secundario. Y ambos nos nutren.
Pero sí, lo podemos cambiar. Así mismo como llega, se va. Así que me arremangué las mangas y me puse manos a la obra. Te comparto los 3 tips que me ayudaron a recuperar mi energía y calma:
1.- Modera el consumo de carbohidratos (especialmente alimentos con harinas y azúcares refinados): No soy una adversaria de los carbohidratos, todo lo contrario, de verdad los amo, pero debemos reconocer que el consumo diario y excesivo de carbohidratos en nuestras comidas, afectan al cuerpo y drenan nuestra energía. No soy partidaria de eliminarlos por completo, pero al menos disminuye las porciones y eleva el consumo de verduras (ojalá verdes) y grasas saludables (frutos secos, aceite de oliva, aceitunas, hojuelas de coco, etc), lo importante es nunca quedarse con hambre. Y por supuesto, tomar agua! Puede ser sola, con limón, con menta, con perejil o lo que tú quieras si es que necesitas saborizarla.
2.- Calma tu mente: Tu mente y tus emociones necesitan algo con qué descansar, necesita un recreo. Si te entusiasma el yoga, pilates o simplemente meditar 5 minutos, ideal, gracias al confinamiento que tenemos hoy en día, hay cientos de cursos gratuitos en diferentes redes sociales. También otras cosas: ¿Sabías que tejer tiene un efecto similar al que produce la meditación? En mi caso, en este momento, es lo que escogí para calmarme… y funciona! Puedes escoger algo que te haga sentido y disfrutes de hacer.
Otra cosa para calmar la mente es medir y seleccionar lo que vemos y escuchamos. Si las noticias te están haciendo mal, elige leerlas en el diario y de esa forma te mantienes informada, sin que te afecte emocionalmente. Lo mismo con las películas que ves, música que eliges escuchar, temas de conversaciones en los que decides participar. Todo suma.
3. Muévete: Sí, estamos confinados y no quiero que salgas de casa, pero si antes necesitábamos movernos, con tantas emociones dando vueltas, hoy más que nunca necesitamos hacer algo. Puedes subir y bajar escaleras 10-20 minutos, si tienes trotadora puedes caminar 30 minutos, puedes buscar una clase de baile entretenido en youtube, puedes saltar la cuerda, hacer pesas (con kilos de arroz)… no hay excusas, formas de moverse hay miles y siempre será mejor que lo hagas 5 o 10 minutos, a que no hagas nada… notarás la diferencia!
Y honestamente creo que tenemos derecho a disfrutar de la vida, con o sin cuarentena de por medio y para ello es necesario que tomes el control de tu salud, comenzando de pasos pequeñitos, como éstos.
Te animo a ponerlos en práctica, por favor cuéntame cómo te va por un mensaje en instagram o en los comentarios de aquí.
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